El camarero parlanchín

El camarero parlanchín

jueves, 9 de enero de 2020

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

¿Por qué, a veces, cuando se calienta la leche en la cafetera suena como si fuera un gorrino al que están matando?
¿Por qué, si me siento a tomar algo en la sala, cuando llega el camarero me descoloca las cartas que suele haber en la mesa?
¿Por qué con la misma cafetera....café....leche...un café puede saber diferente según quien lo haya hecho? En el mismo sitio, vaya. ¿Cómo es posible?
¿Para quién es la propina que dejo?

Hoy vamos a resolver algunas de las dudas que, si no has trabajado en hostelería, te asaltan cuando vas a tomar algo.
¿Por qué ese ruido al calentar la leche?
Eso da para una tesis. El tema café da pa más de un post. Para empezar, lo correcto cuando preparas la leche que tienes que servir en un café se llama emulsionar. El verbo es ese. Emulsionar. Preparar la leche para ser mezclada con el café. Igual que en cocina una salsa requiere un estado en concreto para ser mezclada con otro alimento, en el café con leche la leche debe estar en ese punto idóneo que podemos conseguir emulsionándola.
Si se hace bien NO tenemos que escuchar ese ruido que decíamos al principio. Como un cerdo chillando o como un camión con las pastillas del freno desgastadas. Eso es mala señal. No os voy a decir que tiene que sonar como una sinfonía de Beethoven pero, desde luego, no tiene que molestar en una conversación cercana.

¿Por qué el camarero me descoloca las cartas cuando viene a preguntar lo que voy a tomar?
En realidad no las está descolocando. Esta situación se da cuando en una sala hay más de una persona atendiendo a los clientes, y lo que hace es avisar a sus compañeros de que esa mesa está atendida. Que dirás tú.....coño....tengo un café y un croisant delante es evidente que estoy atendido. Sí, en ese caso sí, pero se hace para que no te vengan a preguntar en ese espacio de tiempo que va desde que has pedido hasta que te lo sirven.
No es algo muy muy habitual pero sucede en grandes terrazas, por ejemplo. Y que te pregunten dos veces no es lo peor del mundo pero el detalle indica profesionalidad. Y muchas veces pasa desapercibido.
Cuando hablamos de descolocar hablamos de que, por ejemplo, si están de pie las tumbe sobre la mesa. O las gire. Cualquier detalle para que otro profesional lo pille. Igual no lo has visto nunca o igual lo has visto pero no veías una intención o un motivo. De nada.

Bufff.....cafés diferentes en el mismo sitio. Otra tesis. Pero bueno, esta es más fácil de entender. Seguro que no te sale la tortilla como la de tu madre, no? Con las mismas patatas, aceite, huevos y demás.
Un café tiene varios pasos y en cada uno de esos pasos influye, o puede influir, la mano de quien lo hace.
Tirar la borra del anterior café (no debería notarse), cargar una nueva dosis de café (ahora suelen ser automáticos los molinillos y están regulados para que salga la misma cantidad siempre, pero antes que eran manuales cada uno echaba lo que quería. Así que ahora....se nota menos), apretar esa carga (aquí ya empezamos a notar cositas. Cada uno aprieta de aquella manera. Mucho....poco....nada....de manera uniforme...de lado.....¿Conclusión? Se nota), poner el porta con el café apretado en la cafetera (otra vez cuestión de fuerza así que....se nota. Ojo....no digo que a más fuerza sea mejor ehhhh), darle al botón para que salga café (automáticas como dijimos y se supone que reguladas para que un café con leche lleve la misma cantidad de café, líquido, siempre. No debería notarse), y la leche. Si es con leche o cortado, vaya. (Aquí se nota mucho. Hablamos antes de calentar la leche, o de emulsionarla, o de hervirla como si no hubiera mañana. Si, es el momento en que más se puede notar).
Y último detalle. Presentación al cliente: cucharita a un lado, con el rabillo a mano, azúcar o similar al otro, ofrecerlo como ese café que ha pedido.....eso mola. La otra opción es la cucharilla  de cualquier manera, el azúcar por allí tirado, el café a dos metros de donde estás y...ojo a esto....lleno hasta las trancas. La taza a punto de rebosar. Es una chorrada pero yo no lo llevo. Déjame espacio leñe! Pa echarle los dos de azúcar, o pa revolverlo, o pa acercármelo desde donde me lo has dejado sin tirarlo. Bufffff.

¿Propinas? NO hay una ley escrita. NO hay unos parámetros que te pueda contar. Cada sitio es un mundo y cada sitio tiene sus costumbres o normas. Desde que la cocina no entre en el bote (no me parece bien) hasta que cada uno lleve el bote que se gane. Esto último tiene parte positiva y parte negativa. Positiva: incita a trabajar, a estar atento. Cuanto más trabaje más gano con el bote. Correcto. Pero....parte negativa: prisas, codazos y carreras por atender a alguien que acaba de llegar. Queda mal. Sobre todo si, por el contrario, pasamos de un cliente que sabemos que no es muy espléndido con ellas. No me gusta. Además, en la mayoría de los casos se necesitan dos o más personas para atender a alguien. ¿Quién se lleva la propina? ¿El que saluda al entrar y pregunta qué van a tomar, el que ha puesto la tostada o la que ha cobrado al cliente? Personalmente, tampoco me gusta.
Ah....un consejo: cuando pagues NO preguntes quién entra en el bote. Es de mal gusto y das a entender que según para quién sea dejarías más o menos. O nada. Si te han atendido bien y consideras que se merece...adelante. Sino...adelante también. No es, en la mayoría de los casos, una obligación.

Y ahora, turno de preguntas. ¿Alguna duda?

miércoles, 8 de enero de 2020

Basado en hechos reales II

Las situaciones paranormales o difíciles de entender no se dan, únicamente, en el lado del cliente.
Algo tan sencillo como pedir sacarina con un café puede ser como hablarle a una pared.
Ya dijimos alguna vez que hace años había tres tipos de café. Solo, cortado y con leche. Como mucho.... "nescafeinado". De sobre, por supuesto. Hoy en día la variedad es mucho más amplia. Eso es bueno. Y cada uno toma el café como quiere. Si lo quiere manchadito.....manchadito. En eso estamos avanzando. La pregunta es....¿te hacen caso? Los camareros digo.
Porque hay cosas que son fáciles de solucionar. Dos de azúcar. Es tan sencillo como decir.....
- Perdone, ¿me trae otro de azúcar?
Es, de hecho, tan sencillo, como traer dos cuando te las han pedido. O tan sencillo como que si paras cinco días seguidos en el mismo sitio lo sepan sin decirlo. Pero no.....igual lo tienes que pedir los cinco.
- A ver.....tontolaba. ¿Es por tocar los cojones o eres así de natural?

Al final, es tan sencillo, y complicado, como ponerle voluntad. Querer hacerlo. Si en tu negocio tienes tres tipos de leche diferentes deberías estar predispuesto a utilizarlas y poner la que te pidan sin que dé la sensación de que es un marrón.
Pero hay cosas que ya son más difíciles de solucionar. Si quieres un café con leche largo de café y han pasado de ti, el abanico de las posibilidades se abre.
Puedes pasar tú también y tomarlo como te lo han traído, que no es como lo querías pero....bah....da igual. Y luego dos opciones: no volver (no estás a gusto en un sitio donde no han sido buenos profesionales) o darles otra oportunidad. Y otra, y otra, y otra.......
Si paras en un sitio donde pides un con leche largo y te lo ponen normal, la culpa ya empieza a ser tuya también. Creo, vaya.
Existe la opción de....
- Camarero, perdone: le pedí un café con leche largo y esto no lo es.
- ¿Seguro?
- Seguro....¿qué? ¿Que si se lo pedí o que si es seguro que no es largo?
En ese punto ya te has dado cuenta de que no van a hacer mucho por cambiártelo. Todas sus fuerzas van a estar dedicadas a tener razón.
- No me lo pidió largo.
- Oiga....creo que sí. Yo dije largo y mi amiga corto. Y son iguales.
- Pero....¿Cómo de largo lo quería? ¿Me lo dijo cuando miraba para usted o cuando estaba apuntando en la libreta? ¿Me lo repitió dos veces? Ahhhh....claro. Entonces es como si no lo hubiera dicho. Se siente.
Igual tienes suerte, te llevan la taza a la barra, tiran un poco del café, la limpian con esa bayeta de la cafetera que tiene más mierda que el palo de un gallinero y te echan más café. Agua en realidad, porque no pondrán otra carga. Pero tendrán un detalle. Esa bayeta solo limpiará la parte de afuera de la taza. Verás el esmero que ponen para que no toque la parte de dentro. Como si al beber no tocáramos lo de afuera también.

Soy de los que cree que un profesional de la hostelería tiene que estar (para el cliente) solo cuando lo necesita. Pasar desapercibido hasta que se necesita algo. Un vaso de agua, otro café, un bollo de pan.....
Y tan malo puede ser la ausencia cuando se necesita como la presencia cuando no se requiere.
Conozco casos de clientes que ante la pasividad de un camarero han llamado (por teléfono) al bar.
- Perdona majo. ¿Cuando termines de ligar con la de la esquina de la barra nos puedes traer otra ronda a la mesa seis?
Y al revés. Cena, comida o lo que sea de negocios o familiar y.....
- Le queda bien esa chaqueta. ¿Dónde la ha comprado?
- Ups...enhorabuena. Embarazada, ¿no? ¿De cuanto? ¿Niño o niña? ¿Ya lo sabe?
- Pues no, no estoy embarazada. Soy así.  Y si estoy gordita es de tanto comer mierda pa cagarme en su puta madre.

Dejemos que sea el cliente el que decida qué café quiere. El que decida cómo quiere ese café. Cuándo quiere ese café o si quiere conversación o no.

Están de moda los zascas. Vivimos una época en que la expresión "cerrarle la boca" se ha convertido en "darle un zasca". Os cuento uno de los mejores que yo he vivido trabajando.
Un cliente nos pide un café equis (intrascendente) y una tostada. Un compañero mío sale con la tostada con tanto brío que cuando está llegando a la mesa se le cae del plato al suelo. No pasa nada.
- Perdone, le hacemos otra. Deme un minuto.
El compañero llega a la cocina y en un ataque de cordura dice a la cocinera....
- Limpia un poco esta tostada y tírala en la plancha para que vuelva a calentar y así hacemos tiempo para que crea que bla....bla....bla....
Sale mi compañero con otra (la misma) tostada y....
- Aquí tiene. Disculpe la espera.
- No pasa nada. ¿Me puede traer la otra tostada?
- Noooo. La otra se cayó y la tiramos a la basura. Le he hecho esta.
- Ya, pero no importa. De la basura. Quiero verla.
Glup......

¿Y tú? ¿Has tenido algún fenómeno paranormal como cliente? ¿Nos lo cuentas? 

jueves, 2 de enero de 2020

Basado en hechos reales.

- Hola, buenas. ¿Qué va a tomar?
- Muy buenas. Un descafeinado.
- ¿De sobre o de máquina?
- Si.
Si......¿qué?
Es una de las cosas sin sentido que más veces escuchamos en la hostelería. Me vale también cuando preguntamos "¿del tiempo o frío?" Entiendo que la gente no nos escucha, o que al pronunciar la primera parte de la frase (de sobre) apaga algún automático en su cabeza y no oye lo segundo. ¿Conclusión? O vuelvo a preguntar o asumo que se refiere a lo primero que he dicho. De sobre.

Para entender la siguiente necesito tonito. Ese tonito que viene a significar...."hombreee....eso no se pregunta." ¿Lo tienes? ¿Sabes a qué me refiero? Pues vamos con la situación.
- Hola, buenas.
- Buenos días. ¿Qué les apetece?
- Queríamos desayunar. Para mí, un descafeinado de desayuno y una tostada.
- Perfecto. El descafeinado...¿de sobre?
- Nooo...de máquina. (Con el tonito al que me refería antes).
- Ah, vale.
- Para mí, otro descafeinado de desayuno y un croisant.
Yo, que aprendo rápido.....
- De máquina....¿verdad?
- Noooo....de sobre.
Todo esto abriendo los brazos y poniendo cara de "este tío es tonto".

- Hola, buenos días. ¿Caldo tiene?
- No, aún no.
- Vale, entonces un café con hielo.
¿En qué momento pasa uno de querer tomar un caldo, supongo que por el frío o por estar destemplado, a tomar un café con hielo? ¿En qué momento?

Se habla y se escribe mucho sobre esa situación en que la puerta del bar está cerrada, la persiana medio bajada, casi no hay luz y las sillas están encima de las mesas. Hay gente que, a pesar de todo, hace la pregunta mítica. ¿Está cerrado? Siguiendo en esa línea, tengo que confesaros que hay cosas en las que he gastado dinero y me lo podría haber ahorrado. La placa que tengo en la puerta que dice "empujar". Dinero tirado. En realidad las dos. La que pone "tirar" también es inútil. Y eso de que los errores sirven pa aprender.....ná. Conozco gente que empuja cuando entra y tira cuando sale. Giratoria me la van a hacer.
En estas fechas hay otra versión del bar cerrado. 21 de diciembre.
- Hola, un café y un décimo de lotería, por favor.
- ¿Lotería? ¿Para cuándo?
- Para el sorteo de Navidad.
- Mire....no me queda. El sorteo es mañana.
- ¿No te queda? Uyy....¿y ahora qué hago yo?
Pues espabilar. Y así compra el del Niño antes de seis de enero.

- Hola, buenas. ¿Me pone un café con leche?
- Sí, claro.
- Que no esté muy largo, por favor.
- No se preocupe.
- Ni muy corto ehhhh.
- A ver...caballero. ¿Lo quiere corto de café?
- No no.
- ¿Y largo? ¿Lo quiere un poco largo?
- No no. Eso no.
- Bien, entonces usted quiere un café con leche. Punto.
- Sí, eso.
- Bien.
- Pero no muy largo.
- Grrgrgrgrgrgrgr

Supongo que, bueno....supongo no....estoy seguro, pasa en todos los sectores en los que se trabaja de cara al público. Y como desde el otro lado también se puede hablar de hechos atípicos o comportamientos dignos de ser contados, prometo la versión de los clientes con respecto a los camareros.

jueves, 16 de agosto de 2018

¿Nos ayudas?

La hostelería y sus costumbres son muy diferentes dependiendo de la geografía. No es lo mismo un cortado en Asturias que en Andalucía, por ejemplo. Por eso hoy vamos a darnos una vuelta por el mundo con una bandeja. Para aprender y  descubrir  que las cosas no tienen porque ser como las vemos en el bar de debajo de casa.
Y para eso necesitamos tu ayuda. Contesta este pequeño test y así nos haremos una idea de qué encontrarnos cuando viajemos.

* ¿Qué es un cortado para ti?
* ¿Qué se suele tomar para desayunar en las cafeterías con el café? ¿Dulce o salado?
* ¿Cuánto cuestan, de media, un café y un refresco donde tú vives?
* Si vas a tomar algo y te sientas en una mesa....¿te atienden allí o tienes que pedirlo en la barra?
* Con la caña, vino o similar ¿te ponen aperitivo?
* Te sientas a comer o cenar y pides agua. ¿Es una jarra de agua del grifo o botella?
* ¿Es costumbre llevar lo que sobra cuando vas a comer o cenar y no puedes con todo?
* ¿Hay alguna práctica o costumbre habitual que tú creas que no es muy común o que te sorprenda cuando viajas?
*¿Desde dónde nos estás contestando? O mejor dicho....¿a qué zona te refieres en tus respuestas?

Que nada os sorprenda. Una de las últimas costumbres (llegará a ser norma) es que puedas llevar el vino de casa cuando vayas a comer o cenar. El restaurante te cobra lo que se llama descorche y el tema de las copas y servicio.


viernes, 13 de julio de 2018

Nadie es perfecto, ¿verdad?

Se supone que en hostelería hay profesionales, pero profesionales.....¿de qué?
Gente que hace bien un café, o que sabe abrir un refresco. Camarer@s que tiran bien las cañas y cociner@s que consiguen el punto exacto para un risotto de muerte.O, incluso, encargados de hacer las compras y tratar con los proveedores de la manera adecuada. Nos forman para ello. En cualquier escuela de hostelería o módulo de FP nos preparan para eso. Y una vez que empezamos a trabajar seguimos aprendiendo. Nuestro jefe nos dice cómo hay que hacer las cosas y compañeros más veteranos saben cosas que aprovechamos para mejorar.
Pero.....no somos perfectos. Nadie lo es. Y de vez en cuando nos equivocamos y hacemos algo mal. El porqué es lo de menos. Está hecho. Y lo más normal es que tengamos a un cliente descontento. ¿Alguien nos prepara para eso?
Hay muchas variantes hasta llegar a ese punto. Por ejemplo: ha sido algo que ha salido mal de cocina. Lo normal es que quien tenga que gestionar ese error de cara al cliente no sea el causante del mismo.
No importa, es una de las tareas/labores/llámalo equis de quien está de cara al público. No importa, la situación es la siguiente: un cliente protesta o reclama porque su café está frío.
Partimos de dos situaciones: 1) tiene razón. 2) no la tiene.

Supongamos que tiene razón.
Una de las primeras palabras que nos salen para decirle al cliente es "disculpe". O "lo siento". "Perdone" podría ser otra. Personalmente me parecen un poco sumisas, y aunque en algún momento hay que decirlas prefiero actuar.
a) - No se preocupe, se lo cambio. Disculpe.
Claro y conciso. Va a tomar el café que quería tomar y le hemos pedido disculpas. Y le hemos restado importancia. Y se acabó el conflicto. Estas cosas son como los adelantamientos en carretera. Es algo peligroso y cuanto menos dure.....mejor.
b) - No se preocupe, se lo caliento. Disculpe.
No es la mejor solución. Es más, en la mayoría de los casos no sería una solución. Aunque el cliente lo haya insinuado. En plan...."oye, perdona. Mi café está frío. ¿Me lo calientas un poco?". En realidad no está pidiendo eso. Está pidiendo que le hagas otro pero de manera sutil.
c) - No se preocupe, se lo cambio. Disculpe. (Y luego le cobras dos).
Has solucionado bien un conflicto utilizando el apartado "a" pero has creado otro un rato después cuando ha ido a pagar. O quizás más sencillo. Has avivado las brasas del que se estaba apagando.

Supongamos que no la tiene.
a) Utiliza cualquiera de las tres opciones que he dado para el supuesto de que si la tuviera. Hazlo si el cliente te importa.
b) -Mire señor/a. No tiene razón. Su café está bastante caliente.
En mi opinión se tienen que dar la suma de tres factores para decir eso. Estás seguro de que su café está bien. Ese cliente no merece la pena. Y no se lo vas a cambiar. Si esas tres cosas las tienes claras.....adelante. Con educación pero adelante.

Matices: casi nadie va a comer o a tomar un café para charlar con un camarero que no conoce así que cuanto más breve....mejor. El exceso de disculpas puede llegar a ser contraproducente. Si las va a aceptar lo hará cuando arregles el error y te disculpes. Si no está por la labor.....da igual que te pases media hora. Entraréis en un bucle en el que llevarás las de perder.
Cuidado: hay gente que es feliz en ese estado. Hay gente que le saca punta a todo y es feliz con el bucle reclamación-disculpas-más reclamación-disculpas-aún no estoy del todo satisfecho-disculpas-¿me vas a invitar a algo o sigo insatisfecho?-disculpas-me enfado y no meo porque no me has invitado a la cena a sabiendas de que la coca cola que me trajiste era Zero en vez de light......
Más matices: discreción. Igual que no todo el mundo (casi nadie) dice en voz alta que su café está de muerte, no hace falta que todo el establecimiento se entere de que el café estaba frío y se lo estás cambiando. Nadie habla de ocultar nada. Se cambia y punto. Hay gente propensa al efecto contagio.
-El mío también. No dije nada porque soy muy educado y tímido pero el mío también lo estaba.

Pa ir terminando. Era sólo un ejemplo. Un café frío, un cliente que lo dice, un camarero que rectifica o no, y una situación concreta de tantas que se pueden dar. Una de las claves está en no pasar una rayita muy muy fina que separa el servicio del servilismo. No la paséis.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Bayura

Hoy os dejamos la entrevista que le hicimos a Serxu Solares de Bayura.

¿A qué te dedicas? Quiero decir...te encuentro por la calle y.....hola, ¿a qué te dedicas? 
Pues tengo una microcervecería. ¿Que qué es eso? Algo que la gente piensa que es un negocio, pero que más que nada es una pasión en la que muy a largo plazo se puede ver algún beneficio económico.

¿Cómo empezó esto? ¿Y cuándo? 
Bayura nació hace ahora dos años. La primera la elaboramos por estas fechas en nuestras antiguas instalaciones en Mieres, ayudados por el maestro Diego Rodríguez "Cotoya". Hace muchos años que me gusta la cerveza. Empecé a aficionarme y tratar de descubrirla en 1.997 cuando mi profesor de la escuela de Hostelería, José Manuel Pelaez, nos llevaba algunas tardes a Maltaser a descubrir las cervezas que no tenían nada que ver con las clásicas industriales que veías en los bares, la típica cañita. Allí, de la mano de Pedro, Geli y Etel me adentré en un mundo apasionante, donde disfrutaba de la cerveza de otra manera pero sin encontrar aquello que más me gustaba. Yo siempre fui de bebidas amargas. Cuando no bebía alcohol me gustaban el Bitter y la tónica. Luego los vermuts más amargos, los gin-tonic clásicos y secos, y eso no lo terminaba de encontrar en las cervezas, quizás por ello me gustaba mucho la Guinnes. Porque era de lo más  amargo que había en el mercado. Hay que decir que esta archiconocida cerveza negra evolucionó para peor en estos años.
Un día conocí a Andrés Torre (El lúpulo feroz) y me dio a probar una Flying Dog Snake Dog (IPA) y de repente me dí cuenta de que aquello era lo que llevaba años buscando en el mundo de la cerveza. Yo soy enólogo, hacía vinos y conocía más bien poco del proceso técnico de la elaboración de la cerveza. Era algo que me llamaba la atención. Me fui poco a poco adentrando en este mundillo y aprovechando las técnicas que había aprendido en mis años en el mundo del vino (especialmente las del Cava) para comenzar a probar recetas y hacer diferentes estilos de cervezas.

¿Te gusta lo que haces? A la cerveza me refiero. 
Me parece un mundo apasionante. Creo que estamos todavía en pañales y que, poco a poco, vamos dando los primeros pasos. Hay mucho aún por descubrir y estamos dispuestos a ello.

¿En qué punto estáis? Producción....cervezas diferentes....distribución...etc....
Pues estamos en un claro momento de crecimiento. El salto a nuestras nuevas instalaciones en el Plígono de Roces (Gijón) nos permite hacer cerveza a un nivel mucho más profesional, con menos riesgos y, sobre todo, seguir haciendo recetas diferentes. En este momento ya tenemos 18 distintas que han visto la luz y quedan varios retos por sacar adelante. Estamos haciendo un enorme  trabajo con las levaduras. Investigando, probando y tratando de lanzar un proyecto de colaboración con la Universidad asturiana para sacar nuestras propias cepas de levadura. Sólo queda lo que siempre falta en la investigación. El dinero.

¿Cual es la meta? 
Si te somos sinceros nos gustaría que el 100% de nuestra producción se vendiera en Asturias. Esto significaría que la cultura cervecera habría conquistado nuestro país como ya lo hace en otros lugares del mundo. Es algo que vemos lejos. Ahora mismo queremos seguir haciendo cervezas que le gusten a la gente, que se hable de ellas y que sigan abriéndose puertas. Estamos iniciando la apertura del mercado exterior, con los primeros acuerdos en Holanda, Suecia, Dinamarca y Alemania.

Aconséjame una cerveza asturiana que nos sea la tuya. 
Caleya Pale Ale por el cariño a la marca y en recuerdo a Gonzaga.

En este punto en el que las cervezas artesanas están asentándose en la hostelería, las demás marcas ¿son competencia o compañeros en esto?
Creo que las marcas artesanas tenemos que trabajar de la mano para conseguir ser fuertes y poder luchar contra la bestial competencia desleal que tienen los fabricantes industriales. El mayor error que cometeríamos sería pensar que somos competencia. Para mi son todos compañeros de viaje que espero nos demos muchas alegrías.

¿Los hosteleros son receptivos?¿Responden a este producto?
Hay de todo, como en botica. Creo que lo primero que tenemos que cambiar es el chip y entendiendo las condiciones económicas que muchas veces puede aportar a un negocio una marca industrial. Creo que el hostelero tiene que ver también quien está detrás de un producto y de otro. Al artesano lo puedes conocer, te puedo consumir y puedes ver lo que hace y dónde lo hace. Detrás de la otra cerveza hay fundamentalmente imperios económicos que sólo piensan en el rendimiento que les den sus dividendos.

¿Por qué el nombre?
Bayura significa en asturiano prosperidad, abundancia. Creíamos que era una palabra que podía definir muy bien el deseo que tenemos con este proyecto. Sin lugar a dudas queríamos un nombre asturiano que nos identificase con nuestro origen, con nuestra tierra.

Pues nada más. Un placer charlar contigo y muchas gracias. 

viernes, 14 de noviembre de 2014

Cervezas artesanas asturianas.

Lo que hace un par de años o tres era impensable empieza a ser frecuente. Ya no es una moda pasajera, ya no es una locura transitoria, ya se empiezan a conocer sus nombres. La gente ya pide una Caleya, o una Cotoya. O pregunta si tienes algo de Bayura o La Xana. Y a esos clientes ya se les puede ir diciendo que tenemos una nueva que ha salido. Son de Tineo y se llama Deva.
Las cervezas asturianas y artesanas se venden cada vez más, y aunque es difícil aspirar a ser la cerveza más vendida en cualquier bar, están desbancando a alguna de las tradicionales que andaban por ahí metidas en alguna cámara.
Para estos "enamorados" del lúpulo y su mundo es una aventura el hecho de conseguir que una cerveza sea abierta para un cliente en una cervecería. Es su aventura. Su sueño. En estos casos hecho realidad. Algunos están en pañales, otros ya tienen cierta experiencia. Ya han ganado premios en algún certamen nacional, y cada vez que salen de nuestra región consiguen premios y reconocimientos que les hacen creer aún más en lo que hacen.
Serxu Solares y Adriana Zapico comenzaron a elaborar en 2.012 una cerveza que salió al mercado en 2.013. Ahí nació Bayura.
Los amigos de Diego Rodríguez le animaron a que dejara de fabricar cerveza para casa y se dedicara a comercializarla. Desde entonces compatibiliza su trabajo con la elaboración de una cerveza llamada Cotoya con sede en Santo Adriano. Su sueño es dedicarse única y exclusivamente a ello.
Caleya, por su parte, tiene base en Rioseco, desde donde fabrican casi 5.000 litros de su cerveza. Se trata de una empresa que, tras conseguir sacar adelante el papeleo y permisos necesarios está ya al máximo de su producción. Silvestre Alonso y César García, dos jóvenes asturianos, comenzaron hace casi cuatro años a hacer experimentos para lograr la cerveza que les gustaba. Lo hicieron tras visitar en Cantabria a un amigo que decidió montar su propia fábrica.
El Molín del Nora lleva desde 2.008 haciendo cerveza, introduciéndola no sólo en Asturias si no también en otras regiones como Cataluña. Xana -su cerveza- presenta hasta ediciones especiales para las Navidades, algo muy frecuente en paises con más tradición cervecera.
Y desde hace poco más de tres meses, desde Tineo nos sirven a la más joven de la familia. Cerveza Deva. Cuatro amigos se juntaron para  dedicarse a lo que más les gustaba. A primera vista el nombre podría indicar que son de Gijón, pero no es así. Más adelante os contaremos su historia.

Mención especial para Ca' Beleño y El Espumeru. Dos cervecerías en Oviedo y La Felguera que fabrican su propia cerveza. Única y exclusivamente para vender en sus locales. Ordum y Curuxera sólo se pueden encontrar allí, directamente desde los tanques al grifo. Meritorio, muy meritorio.

Hoy os hemos introducido en este mundillo que cada día crece más, pero tenemos mucho más que contaros. Haremos una entrevista a cada uno de ellos. Que nos cuenten un poco cómo han llegado hasta aquí y cuales son sus metas.
Así que en breve.....entrevista con todos ellos. ¿Os lo vais a perder?